
1. Explicar al sujeto que su conducta problema es el resultado de lo que piensa de la situación y no de la situación misma.
2. Entrenar al sujeto a identificar las autoverbalizaciones que emite en situaciones ansiógenas y a las cuales no había prestado nunca atención.
3. Convencer al sujeto de la naturaleza irracional y autodesmoralizante de sus verbalizaciones.
4. Modelar y reforzar verbalizaciones alternativas de naturaleza constructiva e incompatibles con la ansiedad.
(Meichenbaum, 1973)