Esta técnica implica enseñar al niño de que puede prender de su experiencia. La clave para que enseñarle,
es conocer lo que él piensa y siente.
No le diga lo que usted piensa o qué debe hacer, el niño no aprende cuando
usted le da información, aprende cuando le ayudamos a reconstruir los hechos.
¡Haga preguntas! Conocerá qué piensa y qué siente y él aprenderá de su
experiencia.
Ejercicio
para ayudar a la reflexión:
Si
el niño tuvo un conflicto en la escuela: Pregúnte como si fuera una película
¿Dónde
estabas tú?
¿Qué
estabas haciendo?
¿Qué
pasó después?
¿Qué
fue lo que más te enojó?
¿Qué
hiciste tú?
¿Qué
sentiste, enojo, miedo...?
¿Qué
querías decir?
¿Qué
era importante para ti?
Los
niños muchas veces no saben qué les provoca tanto enojo, con preguntas
sencillas le ayudarás a que se dé cuenta qué le provocó el enojo.
Cuando
se dé cuenta qué le provocó el enojo, entonces pregunta: "La próxima vez
que suceda algo así, ¿qué puedes hacer diferente para que no explotes?" Tú
puedes ayudar con nuevas ideas u otras alternativas.
Para prevenir.
Enseñe
al niño a identificar las situaciones que más lo hacen enojar:
Cuando
lo insultan en la escuela.
Las
burlas.
Si
lo rechazan o no le hacen caso.
Si
toman sus cosas.
El
enojo tiene señales internas:
La
cara se tensa.
La
mandíbula se aprieta.
Los
puños cerrados.
Respiración
acelerada.
El
corazón late más fuerte.
El
niño puede aprender a sentir estas señales en su cuerpo.
Cuando
sienta que te estás enojando apártate de la situación: Usa el "tiempo
fuera".
Cuando
veas que el niño empieza a enojarse/ tómalo de la mano, llévalo a un lugar a
solas, donde pueda respirar y calmarse. En ese lugar pida que practique la
respiración y que cuente del 1 al 100.
¡Actúe
antes de que explote!
Recuérdele
Apártate
de la situación. Encuentra un lugar tranquilo.
Respira profundo. Cuenta 1, 2,3,4, ...
Recuerde
que los padres somos modelos, si usted pierde el control con el enojo, él hará
lo mismo que usted hace, si te sientes
enojado sigue los mismos pasos y podrás modelar la conducta.
Detrás
del enojo siempre hay otro sentimiento: dolor por ser rechazado o frustración
por no poder lograr lo que desea.