Aunque llevan con nosotros
desde siempre, la situación ha empeorado con la fulgurante entrada en escena de
las pseudoterapias.
Muchas de ellas están disfrazadas
de cientifismo y exprimen al máximo el efecto placebo, el be-friendly (ser
amable o tratar al paciente como a un amigo), el carisma (y la manipulación) y
las habilidades terapéuticas aplicadas a personas predispuestas,algunas de
ellas incluso desesperadas.
Se considera pseudoterapia a
la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria
que no tenga soporte en el conocimiento ni en la evidencia científica que avale
su eficacia y su seguridad. Se basan en teorías que parecen científicas y muy
lógicas, siendo los falsos terapeutas verdaderos especialistas en explicar de
forma sencilla y para todos los públicos, teorías no contrastadas de una forma mucho
más didáctica de lo que somos capaces de hacerlo muchos psicólogos, profesores
y científicos.
Muchas personas acuden a
curanderos y pseudoterapeutas porque el paciente se encuentra en una situación
emocional de debilidad, porque alguien lo ofrece como eficaz. Así mismo, las
visitas a pseudoterapeutas se mantienen por comportamientos supersticiosos,
casualidades, placebo, carisma, por compañía ante la soledad o, sencillamente, por
estar en disposición de pagar porque alguien les preste atención.
Moriana, J. A., &
Gálvez-Lara, M. Psicoterapias y pseudoterapias en búsqueda de la evidencia
científica. La ciencia y la práctica profesional en psicología clínica. Papeles del Psicólogo / Psychologist Papers, xx (2020), pp.
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