Procedimiento de intervención consta de dos momentos simultáneos directos e indirectos.
Directa. Se trabaja directamente con los niños, aplicando uno o varios programas; el niño asiste diariamente al Centro de 8:00 a 16:00 horas y sigue una rutina preestablecida. La atención es individual y/o grupal, según el programa individualizado de intervención.
El trabajo individualizado se diseña tomando en cuenta la información obtenida en la evaluación conductual, de donde surge un programa individualizado de intervención.
Este programa puede tener como objetivo la eliminación de conductas inadecuadas, estereotipas, lesivas, auto estimulación, etc. O la formación de repertorios de conductas necesarios para la vida diaria: autocuidado, atención, imitación, seguimiento de instrucciones, repertorios pre académicos y/o académicos, etc.
Al formarse los nuevos repertorios el usuario pasa al grupo de generalización de conductas, espacio grupal formado por un máximo de cinco usuarios, supervisados por el psicólogo encargado del grupo.
Cuando las conductas forman parte del repertorio del usuario, se vuelve a evaluar, el objetivo es identificar nuevas conductas a desarrollar, por medio de un nuevo programa de intervención. Así se repite el procedimiento: Evaluación, diseño de un programa individualizado, aplicación del programa en entorno individual, generalización de conductas en entorno grupal.
Indirecta. Todo procedimiento de intervención asegura su éxito con la participación del grupo social. Para esto se desarrollan programas de entrenamiento en técnicas de modificación conductual para padres y familiares, con el fin de generalizar las conductas aprendidas en el centro al ambiente del usuario.