El enfoque conductual del autismo, más que
centrarse en la etiología per se del problema, se concentra en las
características conductuales de éste, con la finalidad de desarrollar
estrategias de tratamiento objetivos y congruentes con problemas presentados
por sujetos autistas.
Por lo tanto la sintomatología clínica del
autista se explica, esencialmente como un empobrecimiento de repertorios conductuales, en
términos del nivel de frecuencia y complejidad, debido al fracaso de los padres
para reforzar o atender al niño en sus primeras interacciones con los adultos.
En este sentido, se explica el autismo con base en la teoría del reforzamiento,
especificando que éste obedece a la ausencia de aspectos reforzantes en la
situación social del niño. Las investigaciones apoyan dicha conceptualización al
mostrar que el autismo es un desorden extremadamente grave de aculturación,
resultado natural que empieza por cuestiones del reforzamiento deficiente en la
primera infancia.
Roos, 1980