Cuándo es
adecuado eliminar la auto-estimulación de los niños autistas. Al tratar de
reducir el acto de chuparse los dedos en
niños con discapacidad intelectual, uno se pregunta por qué se consideró que esta
conducta necesitaba intervención.
Solamente
cuando uno considere que la auto-estimulación de estos niños les impedía tener
una participación efectiva en el programa de entrenamiento del lenguaje, la
intervención puede justificarse. Esto es, sólo cuando la auto-estimulación
interfiere activamente con la adquisición de la conducta adaptativa.
Se ha
demostrado que la cantidad de auto estimulación por parte de los niños autistas
variaba inversamente con su obtención de reforzamiento para otro tipo de
conducta.
Al tratar de
enseñar a niños autistas una simple
discriminación, se observa que estos niños no progresan mientras no se limita
su conducta auto estimulatoria. Los niños pudieron adquirir la discriminación
correcta sólo cuando se suprimió la auto-estimulación con una señal verbal,
"¡No!" y, sobre corrección cuando ocurría la auto-estimulación. La
auto-estimulación también parece interferir con la conducta adecuada de juego
que se presenta solamente una vez que se ha suprimido la auto estimulación.
Se sugiere que
se debe de tomar en cuenta la naturaleza de la auto-estimulación, los requisitos
de la tarea, así como el nivel de retardo del niño. Los niños con autismo
grave, pueden ser incapaces de atender a más de un, estímulo al mismo, tiempo,
de manera que la auto-estimulación puede interferir funcionalmente con otro
tipo de conducta.
Por otra
parte, los niños con niveles un tanto mayores de desarrollo pueden ser capaces,
de "chiflar y comer pinole al mismo tiempo". Por ejemplo, ellos
podrían estarse chupando el dedo pulgar de la mano izquierda mientras hicieran
un ejercicio con la mano derecha o mover el cuerpo mientras escucha un cuento.
Sólo cuando la
auto-estimulación interfiera funcionalmente con las exigencias de una tarea
como lo es el hecho de dar palmadas y colocar las piezas de un rompecabezas al
mismo tiempo, parecería necesario suprimir la conducta a fin de que el niño
pueda aprender respuestas adaptativas. Como siempre, la intervención tiene que
basarse en una cuidadosa evaluación, de manera que el tratamiento pueda
individualizarse.