A continuación, se presenta una muestra de pacientes hospitalizados, en muchos casos después de haber realizado un intento de suicidio, la tasa de cada tipo de conducta autolesiva fue bastante alta; especialmente en el caso de la ideación suicida y los intentos de suicidio.
Cabe destacar también la alta tasa de consumo de
alcohol/drogas en el momento de realizar una conducta autolítica (con una tasa
de 48,4% en el caso de los gestos suicidas).
Respecto a la frecuencia de cada tipo de conducta, la que
se produjo con más frecuencia a lo largo de la vida fue la ideación suicida.
Por el contrario, la que se produjo con menos frecuencia fueron los intentos de
suicidio. En cuanto a su inicio, las conductas que tienen lugar a una edad más temprana
fueron las autolesiones. Los planes de suicidio, por el contrario, se inician
en torno a los 36 años.
La función más importante que cumplen la ideación suicida,
los planes de suicidio, los intentos de suicidio y las autolesiones para los
pacientes fue el reforzamiento negativo automático (es decir, que los pacientes
suelen presentar ideación autolítica, planear su suicidio, intentar suicidarse y/o
autolesionarse para escapar de otros sentimientos negativos).
Sin embargo, llama la atención que la función más importante
que cumplen los gestos suicidas para los pacientes fuese el reforzamiento
positivo social (para llamar la atención de una persona o comunicarse con
alguien).
Con respecto a los desencadenantes, el factor que más
contribuyó a la realización de la conducta autolesiva fue el estado mental del
paciente en el momento de realizarla, seguido por los problemas familiares y de
pareja.
En cuanto a los intentos de suicidio (n = 121), los métodos
utilizados con mayor frecuencia fueron: sobreingesta medicamentosa (70,5%),
drogas ilegales (16,6%) y los cortes profundos (14,1%). Otros métodos de
suicidio como las armas de fuego (10,2%), la inmolación (8,9%) o el
ahorcamiento (8,9%) fueron utilizados en menor medida en nuestro medio.
Los problemas financieros fueron el factor desencadenante
del intento de suicidio más reciente en el 33,3% de los intentos, seguido de
las discusiones de pareja (25,6%) y las discusiones familiares (17,9%).
Un 67,9% de los intentos de suicidio fueron impulsivos, no
premeditados, y se decidieron en el mismo día en que se produjo el intento. Por
último, los participantes habían realizado una media de 1,4 intentos de
suicidio previos.
García-Nieto, Rebeca; Blasco-Fontecilla, Hilario; Paz
Yepes, Manuel; Baca-García, Enrique (2013). Traducción y validación de la
Self-Injurious Thoughts and Behaviors Interview en población española con
conducta suicida. Revista de Psiquiatría y Salud Mental, 6(3), 101–108.
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