Una creencia
es "una tendencia o disposición a describir o relacionar objetos, eventos
o situaciones, usando premisas individuales o convencionales". Que como
aspectos referentes a la historia de interacciones del individuo, probabilizan
un determinado comportamiento. De esta manera, las
creencias constituyen sistemas de asociación, basados en la historia de
interacciones del individuo con eventos o en las prescripciones normativas
sociales.
Las
creencias se constituyen en tendencias a partir de consistencias en el relacionar
verbalmente eventos complejos que sólo tienen lugar como formas de interacción
entre eventos lingüísticos aislados, los que por sí solos no bastan para
caracterizar el hecho en cuestión. Creer no constituye en consecuencia una
acción particular, sino diversas acciones particulares como disposiciones a
relacionar eventos lingüísticos.
Bajo tal
concepción, se establece que la creencia es una dimensión del propio
comportamiento, la cual tiene que ver con la correspondencia entre las
prácticas valorativas de un individuo y las de sus grupos sociales de
referencia, considerando que estas prácticas quedan reguladas por condiciones
que no están presentes en las situaciones en que se ejercitan, y que tal
regulación puede ocurrir de diferentes modos, de acuerdo a la manera de
establecer las contingencias para enseñar fortalecer conductas que socialmente
se consideran apropiadas.
Así, la
expresión de una creencia no es suficiente para afirmar su existencia disposicional.
El creer, relacionar, se vuelve creencia cuando el individuo es capaz de describir
y referenciar las contingencias en las cuales se conduce o realiza el creer.
Obregón, F. (1996). Las creencias como un factor disposicional del comportamiento. Revista Sonorense de Psicología, 10, 43-49.