Es necesario restituir
a los problemas psicológicos su verdadera naturaleza y su significado si los
miramos y reconocemos a la luz del Análisis Funcional de la Conducta y los
abordamos con las técnicas y procedimientos psicológicos orientados al cambio. Así
tratamos de resolver un problema, no tratamos una psicopatología, ni una
enfermedad mental, ni los síntomas de una enfermedad.
Una fobia, un
delirio, una alucinación, una depresión, una experiencia de ansiedad, y sus
significados No son sucesos inherentes a la biografía o intrínsecos a los circuitos
sinápticos de su cerebro, no son el efecto de la bilis en el cerebro o de la
congestión cerebral, ni un desequilibrio de los neurotransmisores como quiere
la nueva ortodoxia psicopatológica. No
son psicopatología, no pertenecen a la categoría de los hechos patológicos ni
de los síntomas.
Los comportamientos
y problemas de comportamiento no son emanaciones cerebrales, sino que se engendran
como tales por la influencia recíproca entre biografía y contexto en los que
cumplen una función y tienen un significado.
En ese proceso la
biografía personal se hace permeable al poder activador del contexto y el
contexto se hace permeable al poder operante de las acciones de la biografía
personal.
López Méndez, E., & Costa Cabanillas, M. (2012). Desvelar el secreto de los enigmas despatologizar la psicología clínica. Papeles del psicólogo, 33(3).