A la conclusión a la que llego es que los padres comunes y corrientes estamos en manos de los grandes laboratorios, de los médicos sin ética y de un ritmo de vida acelerado el cual nos lleva a creer lo que nos informan los medios de comunicación pues hoy es tan común y está de moda escuchar sobre el déficit de atención e hiperactividad en tantos ámbitos que en verdad uno cree que nuestros hijos están afectados por esta terrible enfermedad la llamo así pues es así como siempre me lo manejaron profesionistas médicos, así como maestros.
Tomada de cootramed.com.co
Tal vez esto también sea parte de esa
brecha generacional que existe, en donde venimos de padres muy autoritarios y
claro hoy los padres modernos queremos ser diferentes a nuestros padres y
relajamos la educación de nuestros hijos, además aunado a el pretexto de que
estamos 100% ocupados en el día a día que para estos padres modernos y me
incluyo, tal vez es mas cómodo seguir las indicaciones de los expertos, que nos
dicen hay que medicar a tu hijo para que este más tranquilo porque él no se
puede controlar. Cuando más bien somos nosotros los padres los que no nos
sabemos manejar ante nuestros hijos y no sabemos poner los limites y todo el
tiempo queremos compensar el poco tiempo que estamos con ellos.
Al día de hoy después de haber
empezado una odisea desde los 5 años de mi hijo en donde estuvo medicado y en
donde yo veía que no había ninguna mejora en mi hijo, en su conducta, veo con alegría que el haber caído
en manos de un profesionista comprometido y con ética el cual nos apoyo con técnicas,
terapias y mucho trabajo de seguimiento,
mi hijo hoy es un niño mmm, como le llaman los profesionistas, a si
regular, si, pues si ese es el termino mi hijo es un
niño que ha aprendido que él puede
manejar sus emociones y que es tan capaz como cualquier otro niño de enfrentar
retos escolares y salir avante, pues
algo que quiero mencionar es que en esta odisea en donde estuvo medicado también
le dieron fuertes dosis para fortalecer su baja autoestima por estar siempre señalado por sus maestros
por ser el niño que le era imposible poner atención y controlarse.
Cuanto sufrimiento gratis le dimos a
nuestro hijo pues recuerdo como me decía, mamá siento que me quemo por dentro
cada vez que tomo la pastilla, pero no eso no era posible según los 2 neurólogos
que lo atendieron, cuando lo único que mi hijo necesitaba era un poco mas de
compromiso de sus padres y de una buena guía profesional.
¿Hoy digo cual déficit de atención? Más bien déficit de valores en todos los
niveles.
"Infinitamente gracias”
Excelente carta de una madre, coincido con ella.
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