Dentro del ámbito clínico, la entrevista es una importante fuente de información. De hecho, debido a las limitaciones del psicólogo clínico dentro del consultorio, podemos afirmar que la entrevista representa un papel primordial en la evaluación. Es durante la entrevista que conocemos al paciente, sus datos generales, su problema principal y porqué es causado dicho problema. En ocasiones, es muy difícil trasladarnos a la situación real en donde ocurre la conducta problema para observarla y registrarla. Por ejemplo conducta sexual, interacciones familiares específicas, etcétera (Bryant, Harvey y Dang, 1998).
Para el lego, es posible que le parezca igual una entrevista realizada por un psicoanalista que por un psicólogo conductual. Las preguntas pueden parecerle las mismas, sin embargo, el objetivo es diferente. Este punto ha sido expuesto en le sección anterior.
Existen diversos formatos de entrevista conductual (Kanfer y Phillips 1976; Kanfer y Saslow 1969; Kanfer y Grim 1977; Lazarus, 1971; Golfried y Davison 1976). Una de las primeras formulaciones de entrevista conductual fue la hecha por Kanfer y Sastow (1969). Ellos formulan una guía de entrevista que debe cubrir los siguientes aspectos:
1) Análisis inicial de la situación problema.
2) Aclaración de la situación problema (incluyendo un análisis de antecedentes y consecuentes externos e internos).
3) Análisis motivacional.
4) Análisis de desarrollo.
5) Análisis de autocontrol.
6) Análisis de relaciones sociales.
7) Análisis del ambiente social, cultural y físico.
Esta guía de entrevista cubre en general un análisis mas o menos completo por medio del cual es posible hacer una decisión terapéutica. Cubre tanto el ambiente interno como el externo del sujeto. En un trabajo posterior, Kanfer y Grim (1977) actualizan esta guía de entrevista tratando de cubrir una gama más amplia de elementos de los cuales se mostrará un cuadro esquemático:
1. Déficit de Conducta.
a) Base inadecuada del conocimiento para la guía de la conducta.
b) Fracaso en conductas sociales aceptables debido a un déficit de habilidades.
c) Inhabilidad de controlar las influencias del ambiente y su propia conducta por medio de respuestas autodirectivas.
d) Deficiencias en autoreforzarse.
e) Déficit en el monitoreo de su propia conducta.
f) Inhabilidad para alterar respuestas en situaciones de conflicto.
g) Repertorio limitado de conducta debido a un rango restringido de reforzadores.
h) Déficit en conductas cognitivas y/o motoras necesarias para cumplir las demandas de la vida diaria.
II. Excesos de Conducta.
a) Ansiedad condicionada inapropiada a objetos o eventos.
b) Excesiva actividad de auto-observación.
III. Problemas en el Control de Estímulos Ambientales.
a) Respuestas afectivas a objetos estímulo o eventos dirigidos a malestar subjetivo o conducta inaceptable.
b) Fracaso en ofrecer apoyo u oportunidades de conducta apropiada en ambientes diferentes.
c) Fracaso en satisfacer demandas o responsabilidades ambientales surgidas de una deficiente organización del tiempo.
IV. Control Inapropiado de Estímulos autogenerados.
a) Autodescripción que sirve como señal para conductas dirigidas a resultados negativos.
b) Actividad verbal/simbólica que sirve de señal a conducta inapropiada.
c) Fracaso en la etiquetación de señales internas.
V. Arreglo Inapropiado de Contingencias.
a) Fracaso del medio para apoyar conductas apropiadas.
b) Mantenimiento ambiental de conducta indeseable.
c) Uso excesivo de reforzamiento positivo para conductas deseables.
d) Reforzamiento independiente de la respuesta.
Como puede observarse este esquema es más amplio y explícito que el anterior. Considera tanto al ambiente como al sujeto. Es decir, tanto los estímulos que pueden provocar una respuesta inadecuada, como las respuestas internas y externas del sujeto.
Kanfer F.H. y Phillps J.S. (1976) Principios del Aprendizaje en la Terapia de Comportamiento. México: Trillas.
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