Los teóricos cognitivos como Beck (1967, citado por
Lewinsohn, Teri y Hoberman 1989), Rehm (1977) y Seligman (1975) proponen
hipótesis que atribuyen un rol causal a las cogniciones en la depresión, aunque
en ellos encontramos diferencias en la naturaleza específica de las mismas.
Beck (1976) concibe a la depresión como un desorden del
pensamiento. Supone que los signos y síntomas de la depresión son una
consecuencia de la activación de patrones cognitivos negativos. Para esto,
existen varias estructuras cognitivas específicas que son centrales al
desarrollo de la depresión: la triada cognitiva, los esquemas y los tres
patrones cognitivos (Beck y cols. 1979). La triada cognitiva consiste de tres
patrones cognitivos que controlan la ideación: una visión negativa de uno
mismo, una visión negativa del futuro y una visión negativa del mundo. Los
esquemas cognitivos, se supone, llevan a los individuos a un filtrado
sistemático o distorsión de la percepción y la memoria. Tales distorsiones son
los errores cognitivos. Ellos son involuntarios e incluyen: la inferencia
arbitraria, la abstracción selectiva, la sobregeneralización, la magnificación
y la minimización.
Por otro lado, Rehm (1977) propone la teoría del
"auto-control" de la depresión en la cual las auto-evaluaciones
negativas y las bajas tasas de auto-reforzamiento y las altas tasas de
auto-castigo producen bajas tasas de conducta. Propone a tres procesos como los
más importantes en el auto-control: el auto-monitoreo, la auto-evaluación y el
auto-reforzamiento. Así, Rehm sugiere que las personas deprimidas atienden
selectivamente a los eventos negativos de tal manera que los toman como
criterios para hacer su auto-evaluación produciéndose que se utilicen altas
tasas de auto-castigo en combinación con una baja en las tasas de
auto-recompensas.
Por su parte, Seligman (1975) utilizando un paradigma
experimental propuso, inicialmente, una teoría de la depresión humana en donde
es central el efecto de la independencia de la conducta y sus productos. El
desamparo aprendido es un fenómeno de laboratorio observado cuando unos perros
fueron expuestos a un trauma incontrolable. Los fenómenos principales del
desamparo aprendido son: 1) la pasividad; 2) un retardo en el aprendizaje; 3)
la carencia de agresividad y competitividad; 4) la pérdida de peso y bajo
consumo de comida. El antecedente crítico para la aparición del desamparo
aprendido no es el "trauma" (por ejemplo, recibir choques eléctricos)
en sí mismo sino la carencia de control sobre el evento traumático. De esta
manera, los sujetos deprimidos se considera que están en situaciones en las
cuales sus respuestas y el reforzamiento son independientes. La recuperación de
la creencia de que la respuesta produce reforzamiento es el cambio de actitud
crítico que, se hipotetiza, cura la depresión.
Después de algunas críticas a su teoría, Seligman (1978,
en Abramson, Seligman y Teasdale, 1978) propone una reformulación de la teoría
del desamparo aprendido incorporando elementos de la teoría de la atribución
elaborada por Weiner en 1971 (Weiner, Frieze, Kukla, Reed, Rest y Rosenbaum,
1971). La teoría reformulada sugiere que las atribuciones que hace el individuo
acerca de la no-contingencia entre sus actos y los productos son el origen de
expectativas subsecuentes de contingencias futuras. Las dimensiones de las
atribuciones que son particularmente importantes para el desamparo aprendido y
la depresión incluyen: internalidad/externalidad, generalidad/especificidad y
estabilidad/inestabilidad. Desde esta perspectiva, una persona está
probablemente más deprimida si sus atribuciones por sus fallas y carencias de
control son internas (es mi culpa), son globales (en todo soy incompetente) y
son estables (siempre seré igual), mientras que sus atribuciones por el éxito
son externas (tuve suerte), específicas (en esa situación particular) e
inestables (sólo esta vez).
Abrahamson, L., Seligman, M. y Teasdale, J. (1978).Learned helplessness
in humans: Critique and reformulation. Journal of Abnormal Psychology, 87, pp.
49-74
Rehm, L, P., (1977)
A-self control model of depression. Behavior Therapy. 8, pp. 787-804
Seligman, M, E.
(1975) Helplessness: On depression, developmen, and death. San
Francisco: Freedman.
Weiner, B, Frieze,
I., Kukla, A., Reed, L, Rest, S., y Rosenbaum R. (1971) Perceiving the causes
of success and failure. Nueva Jersey: General Learning Press.
Morristown