jueves, 20 de enero de 2011

IDENTIFICACIÓN DE CONDUCTAS





Para ayudar a los niños a cambiar su conducta, lo primero que se debe hacer es identificar claramente aquella conducta que queremos deje de realizar.



Una conducta es todo aquello que el niño hace o dice, por ejemplo: llorar, caminar, sonreír, hablar, rasguñar, morder, tirarse al suelo, acariciar, leer, jugar, etcétera. La conducta se define como una o mas acciones especificas.

Cuando nos refiramos al comportamiento de una persona debemos evitar términos vagos, tales como decir que es berrinchudo, inquieto, egoísta, grosero, nervioso, dócil, temeroso, etc., puesto que éstos son términos muy generales y no se refieren concretamente a la conducta del niño, por tanto impiden dirigir nuestra atención hacia algo concreto del comportamiento.

Pero, ¿Cuáles son las conductas que se consideran problemáticas?
Este juicio frecuentemente toma en cuenta los siguientes criterios:

1. Número de veces que se esté presentando la conducta.

2. Tiempo que dure el niño realizando la conducta.
3. Daño físico u ofensa que cause a otra persona con su comportamiento.
4. Daño físico que cause a su propia persona.
5. Lo apropiado que resulte la situación, para que una conducta se esté
presentando.
6. Las litaciones sociales que se provoque a sí mismo con su conducta.

Esto significa que una conducta no resultará problemática por sí misma; sino que depende de la percepción que tenga la gente de ésta basándose en los puntos arriba mencionados.  Tenemos así, que llorar podría considerarse como una conducta problema en el caso de que se diera en la tienda cuando el niño trata de convencer a los padres de que le compren un juguete que ha elegido, pero llorar cuando se ha machucado la mano en la puerta no se considerara problemática porque esta conducta es una reacción en la situación en la que se está presentando.
       
Por otro la elección de una conducta se determina sobre la base de su efecto en el desempeño del niño.

1. Problemas que ponen en riesgo la vida del menor.
2. Problemas que interfieren con la participación del niño en el proceso de enseñanza aprendizaje.
3. Problemas que limitan la adaptación del menor a su contexto social.

La intención es determinar qué déficit o excesos conductuales presenta el sujeto con respecto a la conducta esperada en un contexto específico. La clasificación se vuelve así más sencilla y fácil de manejar para llevar a cabo el tratamiento adecuado.