domingo, 3 de agosto de 2014

SENTIMIENTOS Y CONDUCTA


Deben distinguirse dos problemas generales en relación con los sentimientos y la conducta.

 El primero es el de traducir los sentimientos comunicados (u observados) del paciente en datos conductuales (quién hizo qué, cuándo, dónde, cómo, a quién, en qué circunstancias, etcétera), basándose en las informaciones del paciente.

El segundo problema relacionado es el de conceptualizar los sentimientos en términos de procesos conductuales, como una condición general aplicable a los actos humanos. Desde luego, estos son realmente dos aspectos de un problema básico, como es la función de los sentimientos en el mundo de la conducta.

Para apoyar el argumento postulado en el presente libro, en el sentido de que los sentimientos son conducta, se pueden hacer varias afirmaciones.


1. Junto con la expresión de los sentimientos del paciente están las conductas observables, que incluyen el habla, la manera de expresarse, postura, expresiones faciales, gestos, hábitos “nerviosos” como son los tics, y múltiples tipos de conducta expresiva. Sería difícil juzgar los sentimientos (en términos de estados emocionales) sin tomar en cuenta las conductas que los acompañan o de otro tipo. Debido a que los sentimientos se relacionan con estados emocionales (alegría, tristeza, etcétera), los signos fisiológicos que acompañan a estos estados emocionales son muy conocidos.

2. La misma conducta verbal del paciente identifica y atribuye las causas posibles, así como las circunstancias, a los sentimientos de los que habla. Aunque la gente no sabe con claridad por qué se siente así —en la mayor parte de los casos de conducta trastornada, por lo menos—, trata de atribuir la causalidad lo mejor que puede. Este intento inicial es valioso para el terapeuta, ya que él puede tomar el hilo causal que el paciente le revela y desenredarlo a fin de llegar a una noción más productiva acerca de la manera en que los sentimientos que expresa se ajustan a un contexto conductual. Un paciente puede decir que está deprimido. El interrogatorio revela que ha tenido un conflicto con su jefe y, a su vez, esto implica que el paciente ha sido atacado en términos de su competencia, revelando una cadena de eventos importantes para explicar los sentimientos: conflicto-jefe-deprecación-baja estimación-sentimientos negativos - escasa motivación para el trabajo - sentimientos negativos continuos, etc. En cambio, la persona que ha sido reforzada positivamente por su buen trabajo, tiende a caminar con garbo, a sonreír, a ser expansiva, y a estar dispuesta a reforzar a los demás. No se necesita un potente microscopio con aumento elevado, para demostrar la relación entre estas tendencias conductuales y los sentimientos.


Phillips, 1980.

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